Hormonas: Endorfinas, Adrenalina y Cortisona. (Tercer Semana)

Francamente inició del asco mi semana. A pesar de haber ido a disecciones, y explorar la región braquial anterior muy bien, no pude realizar las suturas. Y no es sólo que sea manualmente torpe sino hasta practicar google veces. Estuve muy distraído.Incluso fui cuasi-asaltado en el Huizache al bajar del camión. Un tipo improvisado pendejamente tratando de usar su misma playera como trinche máscara y un filero que ahora recordando parecía un cutter salió de una esquina espetando "Caile!". Y le caí hacia el otro lado, lanzándole los apuntes de BQ de Caro y mi pluma.

Ese mismo inicio del asco hablamos (Mónica, Omar, su SS) sobre los Actin'out, Mecánica cuántica (a no confundir con la jodedera mariscona ley de la atracción so pena de ser castrados con instrumental quirúrgico contaminado y sin anestesia maljuzgado de ignorante) Efecto mariposa y Ley de Murphy.

El martes fui a cotorrear un poco a CQ, porque... no iba a tener clase de Histología y por tanto mi mañana estaba casi libre. Temo (compa de la prepa/smasher y el que tiene auto) debió entregar a Mokona su bolsa, yo ofrecí llevársela al terminar mis clases. Llevamos unas bocinas a casa de Carlos (amigo de la prepa, el malamigo...no realmente) y ya de retro a Yopos, saliendo de Música divisé a alguien de morado, con algunas de las características de Hana (Un suspiro salió del plexo solar del Dr. Moko-chan y siguió pensando en lo hablado el sábado anterior, y lo que prefirió callar) y se lo comenté a ototo. Jugamos pues Brawl esa tarde, patee traseros, fui pateado y demás. Fue divertido y liberador. Al menos me permitieron distraerme de esos pensamientos que sólo me jodían. Llevé la susodicha bolsa a casa de Mokona. Ella no estaba, pero entregué el encargo a su madre.

El miércoles fue...por demás extraño. Noté el extraño "pegue" que dizque tenemos los de Medicina. Me guiñeron el ojo, me veían con ojitos de "borrego a medio morir (Copyright de Lupita-kun) y otras ñoñadas, mientras Razielito fruncía el ceño y se reía para sus adentros. Incluso una tía de oneechan me aduló. Ese so-bendito día Lupita-kun me dió una manzanita *///*. Conocí la Libroteca de la Famed (AKA Sala de Siestas Interclases) qué mona es Lupita-kun!

Ese día Oliveros-senpai nos dió una plática sobre la función de las hormonas en el embarazo, y en general en toda la vida. La adrenalina nos mantiene vivos: lleva la sangre de los músculos al cerebro e hígado para estar lúcidos y no sangrar; dilata las pupilas para ver mejor, aumenta la presión arterial y ritmo cardíaco para mantener la nutición del encéfalo. Las endorfinas son las "hormonas de la felicidad". Y la cortisona... nos jode, nublando el juicio, poniéndonos nefastos y demás.

El jueves, nuevamente, pocas clases
(bien, lo admito, me volé disecciones, y el laboratorio de BQ) y nuevamente al 130 en la mañana. Antes, tuvimos una reta de soccer entre los mismos del grupo (Yep, Raziel juega soccer) donde sufrieron los estragos de mi liberadora terapia, e incluso anoté un gol (si, un gol por Hana Seyram).
Fui acompañado por mi oneechan para hacer el pago del trámite de mi cédula profesional (técnico laboratorista clínico) y otros menesteres. Comimos, me desahogué y ella también (yo más, creo) y me fui a mi casa. En cuanto mis padres se fueron, tomé un camión para ir con Hana y hablar. Debía hacerlo, igual no podía concentrarme en nada por pensar en esos asuntos inconclusos que empero lo que ella me había dicho me seguían jodiendo la vida.

Hablamos, discutimos, bromeamos. Todo arreglado al fin. Todo en orden. Por fin en paz. Y nos veríamos el viernes para pasar -casi- todo el día, ella limpiando y yo estudiando . . . pero juntos. Y por eso cancelé la reta de Brawl contra Uriel y su-tibiezco-primo-Martín.

Ese viernes valió aún más la pena, porque vi a Julia. No me importa que suene extraño/bizarro/alucinante, la quiero, y me importa, aunque estoy seguro ella no corresponde.

Eso es relevante porque tuve un sueño recurrente toda la semana. Un sueño bastante subido de tono. Y sólo en una ocasión -jueves- cambió la otra persona por Julia. Esa mañana me desperté bastante . . .

La noche del viernes no dormí bien, por la jodida cefalea que me he cargado esta semana. Hoy sábado he de empezar a ponerme al corriente con todos mis estudios, tareas y trabajos. Más me vale, ya no hay pretexto. Ya no hay cortisonas a causa de los pensamientos sobre mi relación de Hana, sino endorfinas y algo de adrenalina.Incluso Mariel padeció las consecuencias de mi felicidad exacerbada, pues le di un cono relleno de cajeta en agradecimiento por las molestias -digo, me llevaron en auto a sacar copias del trabajo de Introducción/Historia de la Medicina- que se tomaron.

Hoy amanecí con una cara i-gual-i-ta a la de Osaka-chan.

Y no es para menos. Volvió aquel sueño. Pero esta vez fue demasiado real. Lo recuerdo por completo, sobre todo porque... pude controlar mis acciones. Fueron demasiado reales. Y por eso no descansé.